lunes, 20 de julio de 2009

Algunas actividades para hacer:



Con la información revisada y la tarea realizada, es el momento para:
  • Asumir una posición frente a las diferentes concepciones que se han revisado

  • Elaborar una defincición propia de aprendizaje

  • comentar las definiciones, argumentando los comentarios, propuestas por los compañeros

Estas tareas deberán realizarse en un espacio, no menor de 5 lineas, ni mayor de 10 lineas, durante el transcurso de esta semana.

El aprendizaje

La concepción del aprendizaje y de como se da este proceso, ha variado según el momento histórico, la cultura y la concepción psicológica en la cual se basa, etc. Hoy en día apoyados en las corrientes psicológicas cognitivas y en el aporte de muchos pensadores se parte de que el aprendizaje es un proceso interno autoestrucrurante de organización de esquemas cognitivos, que se produce al entrar en conflicto lo aprendido con nuevo conocimiento, generando la reconstrucción de los saberes culturales.


El aprendizaje depende del nivel de desarrollo cognoscitivo y de los conocimientos previos del aprendiz y puede facilitarse por la mediación o interacción con los otros
Se puede aprender de dos maneras, básicamente, de forma reactiva y de forma proactiva. En la primera la información se memoriza para ser empleada de forma inmediata, ya sea para pasar un examen, responder un interrogatorio. Lo que importa aquí es el almacenamiento de la información, de forma pasiva y sin tener conciencia, en muchos casos, del significado de la misma. En la segunda se aprende para toda la vida, ya que actuamos activamente como constructores del aprendizaje, es decir lo asimilamos y memorizamos pero vemos su utilidad y aplicación, su significado y sentido.
En el aprendizaje confluyen tres elementos:


El proceso Los contenidos El producto

interno individual internos o externos resultado
externo mediador sociales y culturales

Por proceso se entenderan todas las acciones, tanto internas como externas, que se que se desarrollen para adquirir la información: estrategias de aprendizaje, estrategias de enseñanza, motivación, etc.

Por contenidos entenderemos toda la información disponible, se puede clasificar en declarativa (teorias, principios, leyes, fechas..., comunes en todas las disciplinas), procedimentales (pasos, fases, procedimientos para realizar una acción) y actitudinales (valores, juicios..)

Los resultados, por su parte, comprenden el producto logrado despues del procesamiento de la información, este puede ser tangible (notas, trabajos, etc.) o intangible (cambio en la forma de ver las cosas, concepción diferente. etc.)

Es la combinación de estos tres elementos lo que hace posible el aprendizaje, ahora bien, si la concepción que predomina es la forma reactiva, tanto el docente como el alumno haran enfasis en los contenidos y en el producto, si por el contrario, es la proactiva se hara enfasis en proceso ya que al centrarnos en el estamos promoviendo y desarrollando la posibilidad de aprender a aprender.

Aprender a aprender implica la capacidad de reflexionar en la forma en que se aprende y actuar en consecuencia, autorregulando el propio proceso de aprendizaje, mediante el uso de estrategias flexibles y apropiadas que se transfieren y adaptan a nuevas situaciones (p.114)

La necesidad de aprender a aprender responde a una demanda de la sociedad actual, cambiante y en constante transformación, esta situación ha generado una ruptura del viejo paradigma educativo y por ende de la concepción del aprendizaje, restructurandolo y centrandolo, no ya en la adquisición de la información o conocimientos, pues estos se encuentran disponibles a través de la tecnologias de la comunicación y la información, sino en el desarrollo de capacidades, habilidades y competencias, que permitan que cada uno sea actor de su aprendizaje, aprendizaje, no limitado a un espacio de tiempo o lugar, sino constante y a lo largo de toda la vida para poder conjugar constantemente el aprender con el desaprender y reaprender
¿Que tipos de aprendizales debemos aprender? ¿que tipo de competencias, habilidades y capacidades?
Delors (2000) en su libro La Educación encierra un Tesoro, nos indica los pilares básicos en los que se debe asentar la educación

Aprender a conocer
Desarrollar el dominio de los instrumentos del saber

Aprender a hacer
Aplicar el conocimiento y desarrollar competencias que capaciten a hacer frentea situaciones cambiantes y al trabajo en equipo

Aprender a ser
Desarrollar globalmente a la persona y sus potencialidades

Aprender a convivir
Enseñar la diversidad y a tomar conciencia de las semejanzas e interdependencia de todos los seres. Desarrollando una tendencia hacia objetivos comunes

Todos estos aprendizajes hacen enfasis en el desarrollo de los proceso cognitivos y en la reconstrucción de un nuevo individuo que se acople y se adapte a los ajustes y transformaciones continuas que se dan en la sociedad y que se capaz de:
Controlar los procesos cognitivos internos
Darse cuenta de lo que hace
Captar la exigencias de la tarea y responder consecuentemente
Planificar y examinar sus propias realizaciones, identificando aciertos y dificultades
Emplear estrategias de estudio pertinenete para cada situación

Valorar los logros obtenidos y corregir sus errores


lunes, 13 de julio de 2009

SOBRE EL APRENDIZAJE por Sofia Nederr

La existencia humana conlleva un proceso de aprendizaje, el cual se desarrolla de diferentes maneras y con características diversas. De allí que para la psicología educativa, en la labor docente es fundamental la efectividad del binomio profesor-alumno, en un marco de interacción productiva, donde cada una de las partes ejerce un rol proactivo y el educador más que un líder es un facilitador. Este escenario implica las motivaciones y la disposición del alumno para lograr el aprendizaje.
Según la consulta realizada a fuentes bibliográficas y on line, más que un cambio o giro de conducta, el aprendizaje influye en el significado de la experiencia, teniendo como centro al hombre dentro de un entorno determinado. Estimamos que no puede hablarse de una teoría dominante sobre el resto de los postulados, pero es posible ponderar varios elementos para asumir un modelo asertivo en el aula.
Antes de adentrarnos en los referidos lineamientos, resulta a lugar la consideración de Trigwell y Prosser (2000) según la cual, los docentes partidarios del aprendizaje como el desarrollo y cambio en las percepciones estudiantiles, asumen su rol sustentado en estrategias enfocadas hacia sus alumnos. Por su parte, quienes ven al aprendizaje como información, orientan su labor en herramientas focalizadas en el profesor.
Teorías clave
Para la comprensión del proceso, se consultaron las teorías asociacionistas, basadas en el conductismo, las teorías mediacionales, en respuesta al conductismo, y las teorías cognitivas.
1. Teorías Asociacionistas
. Condicionamiento Básico: Se deriva de las investigaciones fisiológicas de Ivan Petrovich Pavlov, sobre el condicionamiento básico y la generación de estímulos, según la cual, a partir de un refuerzo positivo, las actividades tienden a ser repetidas. Pavlov consideró que las respuestas a los estímulos tienen una explicación fisiológica, para lo cual no interviene la conciencia. Esta explicación fue dada luego de experimentos con perros, que antes de ser alimentados eran condicionados con el sonido de una campana, lo cual, a su vez, activaba el proceso de salivación.
Pavlov sentó las bases para investigaciones posteriores sobre el aprendizaje y consideró que cuando cesan los estímulos, se extingue la respuesta que luego puede recuperarse a partir de una nueva estimulación. Asimismo, sostuvo la tesis del condicionamiento a una orden superior.
Por su parte, J. B. Watson determinó que la vinculación estímulo-respuesta puede darse con mayor facilidad, cuando más frecuente se haya dado un estímulo con su respuesta. El análisis de Watson se basó en lo observable y trabajó con principios clave como la frecuencia y la proximidad. De esta manera, a mayor tiempo y condicionamiento más frecuente, o cuantas más reciente se haya constatado una asociación cualquiera, existe mayor probabilidad de una nueva verificación. Watson fundamenta su tesis en la explicación de la conducta, consideró que el lenguaje se aprende por condicionamiento y, para algunos investigadores, sus técnicas explican sentimientos, fobias y prejuicios humanos y el hecho de que las neurosis constituyen respuestas emocionales aprendidas. E. R. Guthrie también avaló el postulado de que la fórmula estímulo-respuesta debe circunscribirse a las situaciones físicas.
-Condicionamiento Instrumental u operante: B. F. Skinner estimó que cada rasgo de la conducta contiene un significado. Este conductista estadounidense, con marcada influencia de Watson y Thorndike, analizó el ambiente y más allá de la conducta clásica, se basó en la conducta operante conformada por la conducta voluntaria empleada dentro del entorno. Desde su perspectiva, el aprendizaje es una conexión entre el estímulo y la respuesta, pero con el agregado de que el condicionamiento también ocurre cuando una respuesta es seguida de un estímulo reforzante; en este sentido, los efectos de una respuesta influyen más que la misma acción y el ambiente es el que propicia los cambios conductuales. Asimismo, se señala que las acciones con refuerzo positivo tienden a ser repetidas y que es posible extinguir un comportamiento indeseable, con la remoción del refuerzo. Skinner trabajó además con el modelo de aproximaciones sucesivas, consistente en el reforzamiento de un modelo básicamente semejante al deseado. También señala que un estímulo es adverso cuando representa algo doloroso o displancentero, lo que se conecta con el condicionamiento conocido como castigo.
2- Teorías Mediacionales
-Aprendizaje social, condicionamiento por imitación de modelos: Albert Bandura se apoyó en el aprendizaje por observación o modelado. De allí que la personalidad es una interacción: el ambiente, el comportamiento y los procesos psicológicos de las personas. Para que el proceso de aprender sea efectivo plantea condiciones claras: atención, aquí es importante la atracción hacia el modelo, retención (recordar a lo que hemos estado atentos), reproducción (repetición del comportamiento) y motivación (refuerzos pasados y refuerzos prometidos).
3- Teorías Cognitivas
- Teoría de la Gestalt y psicología fenomenológica: Entre sus representantes figuran Max Whertheimer, Kurt Koffa y Wolfang Kohler. Desde esta óptica, el aprendizaje no es mera conexión de estímulos y respuestas sino la observación de nuevas relaciones. Aquí el aprendizaje no es por asociación sino por Insight que implica “una comprensión súbita del problema” o la reorganización luego de un proceso de reflexión, mediante la conciencia interna. Se trata, en síntesis, del análisis de la estructura de una serie de elementos relacionados entre sí, de manera que la experiencia previa puede ser de utilidad para resolver problemas similares o con algunos rasgos estructurales comunes.
-Psicología genético-cognitiva: Para Jean Piaget, el conocimiento surge de la interacción entre el sujeto y el objeto, a lo largo de la vida y a través de etapas que permiten comprender la realidad de forma progresiva. En este sentido, es importante determinar estrategias de aprendizaje acordes con la edad y el contexto donde se desenvuelve el alumno, así como la aplicación de esquemas operativos en el aula y propiciar la búsqueda de información para responder inquietudes.
Por su parte, Bruner parte del aprendizaje por descubrimiento y su teoría comprende cuatro parámetros: Motivación, estructura, secuencia y refuerzo. Recomienda a los docentes, facilitar a los alumnos la exploración de soluciones alternativas frente a un problema; esto supera la memorización. Asimismo, Ausubel plantea el aprendizaje como cambio en el significado de la experiencia y se logra a partir de la estructura cognitiva previa, que se vincula con la nueva información. Para éste último investigador, la labor educativa engloba a los profesores y sus mecanismos de enseñanza, los conocimientos incluidos en el curriculum y el entramado social en que se da el proceso educativo.
-Psicología genético-dialéctica: Levy Vygotski presentó su teoría sobre la construcción social del conocimiento, la interacción con los otros, y sobre los mecanismos para motivar el desarrollo cognoscitivo, a partir del lenguaje de los niños y su posterior relación con el conocimiento. El lenguaje es importante entre los profesores y los alumnos y entre éstos últimos y sus compañeros. De allí, que el aprendizaje sea una experiencia social y se hable de conceptos como el aprendizaje colaborativo en el aula y la influencia de la llamada zona de desarrollo próximo para la vinculación con los expertos y con los pares.
-La Teoría del procesamiento de la información: Para explicar el aprendizaje, Gagné relaciona conceptos conductistas con teorías del procesamiento de la información. Se concibe al aprendizaje como un proceso jerárquico y acumulativo en lo que los conocimientos adquiridos se suman a los anteriores y se desarrollan habilidades y destrezas que sirven de sustento para la nueva información. En las funciones de enseñanza, es importante saber previamente una información para lograr el aprendizaje efectivo. En el aula, los profesores, por ejemplo, ofrecen una información de origen que debe ser ampliada con el debate y las relaciones significativas donde el alumno tiene un rol activo. En el caso del diplomado docente, la información previa de los profesores y su experiencia con estudiantes, servirá de base para las destrezas, habilidades y pedagogía que se adquiera.
En busca de un modelo: Al analizar las referidas teorías, encontramos que muchas de ellas son aplicadas con frecuencia en nuestras aulas y surge la interrogante de la efectividad en cada caso. Sí habláramos de un modelo propio, estimamos conducente el aprendizaje significativo de Ausubel y su conexión con experiencias anteriores y el bagaje de conocimientos que el individuo adquiere de su entorno no solo educativo, sino también familiar y social. No somos hojas en blanco y tanto el docente como el estudiante llegan al salón de clases con una historia. Para Ausubel, de hecho, el factor más determinante en el aprendizaje “es lo que el alumno ya sabe”, lo cual se complementa con un aspecto determinado de la estructura cognitiva, que puede ser un símbolo o una imagen, por ejemplo. Otro elemento fundamental se refiere al acondicionamiento por imitación de modelos, de acuerdo a Bandura, para lo cual consideramos necesario enfrentar al alumno con situaciones concretas de la vida o de la profesión donde se desarrollará a futuro. En todo esto, también juega un aspecto claro la teoría del procesamiento de la información y cómo se registran conocimientos para el aprendizaje, sin olvidar su relación con el lenguaje y el pensamiento. Asimismo, el proceso en etapas planteado por Piaget propone un aprendizaje progresivo que, aunque debe tenerse en cuenta, no puede pasarse por alto el avance de la enseñanza a partir del desarrollo de las nuevas tecnologías.
Finalmente, el aprendizaje tiende a conducir a cambios en la realidad sobretodo en el contexto más próximo de los estudiantes. Con un proceso de interacción con profesores-facilitadores, el proceso del conocimiento es bidireccional.

Bibliografía

. Ausubel, D. Sullivan “Reseña histórica de las tendencias teóricas”. En: Asubel, Sullivan. El Desarrollo Infantil. Teorías (1970).
.Ausubel-Novak-Hanesian “Psicología educativa: Un punto de vista cognoscitivo”. Segunda edición Trillas. México (1983)
..Universidad Pedagógica Experimental Libertador “Teorías del aprendizaje”. Serie de lecturas seleccionadas (2.002).
Referencias en línea
.http://www.peremarques.net/aprendiz.htm
.http://educacion.idoneos.com/index.php/Teor%C3%ADas del aprendizaje/Enfoque cognitivo
.http://educacion.idoneos.com/index.php/Teor%C3%ADas del aprendizaje/Enfoque constructivista
.http://educacion.idoneos.com/index.php.Teor%C3%ADas del aprendizaje/Enfoque conductista

Concepciones del aprendizaje, tipos de aprendizaje e implicaciones en la práctica educativa por: Mirtha Vargas

Definir el aprendizaje resulta bastante complejo. Sin embargo, leídos varios autores que se han desarrollado tanto en el campo teórico como de la investigación y de la educación, y luego de un análisis realizado desde varias perspectivas, se puede decir que consiste en “un proceso que permite al individuo adquirir nuevas habilidades, destrezas, conocimientos, conductas y valores como resultado de la observación, la educación, la práctica y la experiencia, a lo largo de su vida”.
Tal apreciación determina que el aprendizaje constituye una de las funciones mentales más importantes del ser humano, así como de los animales.
Particularmente, considero que el aprendizaje del ser humano esta relacionado con la educación y su desarrollo personal. El primero, constituye el aprendizaje básico observado en su contexto ambiental como por ejemplo, el hogar a través de sus padres, hermanos, amigos y la escuela mediante sus maestros… y el segundo, representa la práctica educativa o experiencia adquirida en el transcurso de la vida, como por ejemplo, relaciones con otros individuos en el contexto estudiantil, laboral, social, cultural...
Además, comparto con autores como Dewey, Tyler y Linch en que debe existir un puente entre el aprendizaje básico y la práctica educativa para que se de un aprendizaje óptimo, puesto que están estrechamente vinculados.
Igualmente, apoyo la teoría de Shuell que dice: “El aprendizaje es un cambio perdurable en la conducta o en la capacidad de comportarse de una determinada manera, la cual resulta de la práctica o de alguna otra forma de experiencia”, porque resalta dos aspectos determinante en el ser humano como son la conducta (observable o imitativa) y la experiencia (realidad vivida día a día).
Por otra parte, la forma de cómo y a través de qué aprendemos, tiene sus bases fundamentales, en la neuropsicología, la psicología educacional y la pedagogía, porque son las ciencias que contribuyen con el diseño y aplicación de las teorías del aprendizaje como el conductismo, cognitivismo y constructivismo. Y obviamente, una adecuada técnica, así como una conveniente orientación y una constante motivación, garantizan un proceso óptimo de aprendizaje en el individuo.
Si bien es cierto que el proceso de aprendizaje es una actividad individual que se desarrolla dentro de un contexto social y cultural, la teoría del conductivismos, basada en las conductas observables y abiertas, ha hecho grandes aportes en la evolución del aprendizaje, debido a que con la aplicación de esta teoría, se ha logrado demostrar o exhibir una respuesta apropiada, posterior a la realización de un determinado estimulo ambiental.
Si recordamos que desde pequeños, recibimos orientación para seguir un patrón o ejemplo familiar, a fin de generar una conducta apropiada como buenos modales, cortesía, pensamiento correcto, palabras apropiadas, amor, sensibilidad, bondad, religión, estudiar, entre otros, esto demuestra que en el contexto ambiental están aplicando la teoría conductista, porque entre las estrategias aplicadas por los conductistas, están las que son más útiles para construir y reforzar asociaciones estímulos-respuesta, incluyendo el uso de pistas o indicios instruccionales, es decir, práctica y refuerzo.
En muchos casos, dichas prescripciones, han probado ser confiables y efectivas en la facilitación del aprendizaje que tiene que ver con discriminaciones como por ejemplo, recuerdo de hecho o generalizaciones como por ejemplo, definiendo e ilustrando conceptos. Además, produciendo asociaciones, como por ejemplo, aplicando explicaciones. También, tiende a generar el encadenamiento, a través de desempeño automático de un procedimiento especificado. Pero, se dice que no pueden explicar adecuadamente la adquisición de habilidades de alto nivel o de aquellas que requieren mayor profundidad de procesamiento, como por ejemplo, desarrollo del lenguaje, solución de problemas, generación de inferencias, pensamiento crítico, otros.
No obstante, a partir de los años 50 surge la teoría del cognitivismo, y comienza a desplazar el modelo conductista. Esta teoría trata sobre procesos cognitivos más complejos como el pensamiento, la solución de problemas, el lenguaje, la formación de conceptos y el procesamiento de la información.
Mediante esta teoría, el aprendizaje se equipara a cambios discretos entre los estados del conocimiento más que con los cambios en la probabilidad de respuesta. Al igual que el conductismo, el cognitivismo enfatiza su papel en las condiciones ambientales.
Vale decir que, el enfoque congnitivo se concentra en las actividades mentales del estudiante, que conducen a una respuesta y reconocen los procesos de planificación mental, la formulación de metas y la organización de estrategias. En esta teoría, algunas de las claves radica en como los estudiantes atienden a codificar, transformar, ensayar, almacenar y localizar la información. Pero, el centro del enfoque cognitivo, se localiza en cambiar al estudiante animándolo para que use las estrategias intruccionales apropiadas.
En el cognitivismo también existe la llamada transferencia, y según Schunk, consiste en una función de cómo se almacena la información en la memoria, es decir, que cuando un estudiante entiende como aplicar el conocimiento en diferentes contextos o ambientes, entonces ha ocurrido la transferencia. Con esto, queda claro que, en la memoria, no solo debe almacenarse el puro conocimiento, sino también los distintos usos que pueden dársele a ese conocimiento.
Como esta teoría hace énfasis en las estructuras mentales, explica mejor las formas de aprendizaje complejas como el razonamiento, la solución de problemas, el procesamiento de información, otros, recursos que es utilizado diariamente por el individuo en general.
La meta real de instrucción tanto del conductivismo como el cognitivismo es comunicar o transferir conocimientos a los estudiantes en la forma más eficiente y efectiva posible.
Para lograr dicha meta real, ambas perspectivas aplican dos técnicas: la simplificación y la estandarización, con lo cual el conocimiento puede ser analizado, desglosado y simplificado en bloques de construcción básico. Aquí, la transferencia de conocimientos se hace expedita si se elimina la información no pertinente.
Conductistas y cognitivistas coinciden en la promoción y aplicación de una gran cantidad de estrategias de instrucción, aunque por razones diferentes. Uno, muy común es el uso de la retroalimentación. El conductista la utiliza como refuerzo, para modificar la conducta en la dirección deseada; y el cognitivista, para conocer los resultados, a fin de guiar y apoyar las conexiones mentales exactas.
Ahora bien, también está la teoría de constructivismo que aunque no es un enfoque totalmente nuevo, en los últimos tiempos es que esta comenzando a ser adoptada tanto por los conductistas como por los cognitivos, quienes han empezado a usarlo como parte de sus metodologías del aprendizaje y la comprensión.
Con la teoría constructivista, considerada como una rama del cognitivismo, el conocimiento pasa a ser una función de cómo el individuo crea significados a partir de sus propias experiencias, es decir, como asume los conocimientos adquiridos a medidas que se enfrenta a su contexto ambiental.
Aunque no niegan la existencia del mundo real, sostienen que lo que conocemos del mundo nace de la interpretación de nuestras experiencias, debido a que los humanos crean significados pero no los adquieren, puesto que de cualquier experiencia se puedan derivar diversos significados. Con ello, se deja a un lado la creencia de lograr un significado predeterminado y correcto.
Esta concepción deja claro que un estudiante no transfiere el conocimiento del mundo externo hacia su memoria sino que construye interpretaciones personales de ese mundo que se basa en interacciones y experiencias individuales. Eso significa, que las representaciones internas siempre están abiertas al cambio.
Entonces, la memoria juega un papel imprescindible para el contructivismo, así como el estudiante y el ambiente.
En cuánto a la aplicación de estas tres teorías en materia de aprendizaje, se puede decir que la meta de la instrucción es que, el individuo vaya evolucionando, primero, observando en su contexto ambiental social y cultural (familia), conociendo significados y ampliando su vocabulario (escuela y consultando el diccionario), interpretando la información (reflexionando e interpretando).
El papel del instructor también es fundamental, porque le toca moverse en un escenario donde le toca poner en práctica, cada una de las teorías antes señaladas, con la finalidad de lograr el objetivo de transferir información y conocimientos a su potenciales estudiante, quienes deberán tratar de comprender esas orientaciones y experiencias para interpretarlas, reformularlas y almacenarlas en su memoria, con el propósito de usarlas de acuerdo al ambiente en que se enfrentan.
Esta transferencia de conocimientos de instructor a alumno se realiza de acuerdo a una estructura bien establecida. Como instructores deben facilitarles a los estudiantes tareas auténticas fijadas en contextos específicos, reales, objetivos, creativos que les permitan una mayor uso del pensamiento, que se traduzca en comprensión, porque así hay mayores posibilidades de que el aprendizaje ocurra.
Finalmente, con esta serie de herramientas no solo aprende el alumno, sino también mejora el instructor, puesto que se hace el uso apropiado y efectivo de las herramientas en una situación real.

Teorías del aprendizaje, breve revisión crítica por:Várvara Rangel Hill

El tipo de teoría aplicada en el curso, determinará las relaciones entre los protagonistas del aula, los procesos del hecho educativo, los productos y especialmente el sujeto concebido en el espacio formativo. Este breve ensayo pretende hacer una revisión crítica sobre los principales paradigmas, teorías del aprendizaje y su incidencia en la práctica que desarrolla el docente. Se trata de una exposición incipiente para profundizar durante el diplomado en este estudio.
Las teorías del aprendizaje abarcan un repertorio sobre las formas en que se puede abordar la práctica educativa para obtener un aprendizaje determinado. Ellas inciden en el desarrollo de la práctica del docente porque son una “fuente de estrategias, tácticas y técnicas de instrucción verificadas (…) para enfrentar un problema instruccional dado” (Ertmer y Newby, 1993: 2). Estas teorías también implican una “postura frente a la vida, el mundo, los otros y frente a mí misma”.
Hoy sabemos que aprender, depende de lo que conocemos, se trata de un proceso complejo que reposa en la experiencia previa y las condiciones socioculturales, que para su efectividad supone comprensión, análisis, valoración, síntesis y apropiación (Márquez, 1999). El proceso también estima un cambio de consciencia y de las coordenadas con las que percibimos la realidad, en muchos casos para transformarla , algo muy distinto a la vieja práctica de memorizar o “caletrear” contenidos.
Esto que hoy sabemos del aprendizaje se riñe con la perspectiva conductista del aprendizaje de principios del siglo XX, que se sustenta en los trabajos de Pavlov sobre el condicionamiento clásico y el paradigma de estímulo- respuesta de Watson, entre otros. El conductismo sostiene que el aprendizaje observa las modificaciones de la conducta condicionada a través de un estimulo - respuesta, con una relación crítica para mantener la conducta y reforzarla.
En palabras de Castorina “las teorías que interpretan el proceso de aprendizaje en la sala de clase como reorganización del sistema de nociones (estímulos) o autentica producción conceptual (respuestas), quedan prisioneras en un callejón sin salida, en una paradoja que hace poco creíble el acto educativo” (1994: 8) .
Los conductistas diseñan estrategias para “construir y reforzar” asociaciones bajo el esquema estímulo respuesta, con el uso de instrucciones, práctica y refuerzo. Es por esto que más se le critica, ya que no potencia las habilidades para desarrollar un pensamiento crítico, inferir e interpretar. (Ertmer y Newby, 199: 4). Además, supone que el docente asume una actitud arrogante o presuntuosa del conocimiento, el aula no será un espacio para el debate, ni para el respeto de la ideas.
Las teorías cognitivas del aprendizaje identifican el aprendizaje con ligeros cambios de “estados” del conocimiento, a diferencia de los conductistas que se concentran en la respuesta. Esta teoría se ocupa de cómo los estudiantes -participantes activos del proceso educativo- reciben, organizan almacenan y localizan la información. A mediados del siglo pasado, los trabajos de Jean Piaget vienen a significar la mayor parte del paradigma cognitivo evolucionista desde la psicología genético-cognitiva, el cual concibe el aprendizaje como un “conjunto de mecanismos que el organismo pone en movimiento para adaptarse al medio ambiente” (Díaz y Martins, 1982). Durante la evolución intelectual del individuo sucede un proceso de equilibrio entre la asimilación y acomodación del conocimiento.
Sin embargo, nos cuesta creer que durante el proceso, todos o el mayor número de individuos tiendan al equilibrio, pese a la guía del tutor-docente. García citado por Castorina (1994: 10) señala al respecto que “la incertidumbre acerca del camino preciso que seguirá un sistema sometido a períodos sucesivos de inestabilidad (desequilibrio) parece ser una característica de todos los sistemas abiertos”.
Otra de las críticas que se le hace a Piaget, es el no haber profundizado en el entorno de los sujetos, la teoría no toca aspectos sociales y culturales que aceleran o retrasan los “estados” del conocimiento. A diferencia de Vigotsky, quien además criticó las etapas evolutivas de aprendizaje planteadas por Piaget, con su teoría de la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), definida por un “nivel real” y un “nivel de desarrollo potencial”. El primero es fijado por la capacidad del sujeto para resolver por sí sólo un problema. Mientras que en el segundo la resolución del problema se potencia por la guía de un adulto o la colaboración de otro más capaz.
Antes de Vigotsky, ningún otro estudioso se había planteado que los trabajos realizados por estudiantes con ayuda de otro podía tener “un sentido más significativo” que lo que producían o resolvían solos. Osorio afirma que la estrategia educativa Vigotskyana se basa en la intervención del profesor en la ZDP como mediador de los conflictos socio – cognitivos.
Osorio citando a Vigotsky destaca que " la noción de que los procesos evolutivos no coinciden con los procesos del aprendizaje. Por el contrario, el proceso evolutivo va a remolque del proceso de aprendizaje, esta secuencia es lo que se convierte en la zona de desarrollo próximo”. Se considera a la teoría de la ZDP desde la perspectiva de la psicología genético-dialéctica y junto a otros aportes de este autor para sentar las bases de la teoría constructivista.
Castorina (1994) señala que el psicólogo bielorruso no profundizó sus estudios sobre la “dinámica interna” que actúa en la ZDP y parece depender del aprendizaje por instrucción. Asimismo con una visión positivista, evidencia que no llegó a establecer los indicadores de una métrica para la zona. No obstante, sus aportes de la teoría socio-histórica reivindican las interacciones sociales de los individuos.
Con los aportes de Vigotsky, Piaget, Ausubel y Bruner se ha formado la teoría constructivista donde el aprendizaje es “un proceso activo por parte del alumno que ensambla, extiende, restaura e interpreta, y por lo tanto "construye" conocimientos partiendo de su experiencia e integrándola con la información que recibe” . En este proceso de aprendizaje constructivo, el docente deja el protagonismo para el participante del curso quien se convierte en responsable de su formación, con participación y transferencia de la teoría a la práctica.
La teoría constructivista pone énfasis en que el aprendizaje sea en ambientes reales para el desarrollo de experiencias significativas donde el estudiante pueda elaborar e interpretar la información.
Castorina (1994) reseña las principales críticas al constructivismo anunciando que no se trata de una teoría en estricto sino de la convergencia de distintas corrientes del pensamiento y la investigación. Por su parte, Hernández (1995) se detiene lo individualista del proceso que prima sobre lo colectivo; lo racional, reduccionista y la influencia de la subjetividad humana en la construcción de los contenidos, particularmente la del docente quien guía la construcción de los contenidos desde su propia subjetividad.
Este primer ensayo sobre las principales teorías del aprendizaje y las propuestas de sus máximos representantes, es un primer acercamiento sobre el amplio repertorio teórico, se trata a penas de un trabajo incompleto que puede profundizar sobre los “talones de Aquiles” de estos paradigmas. Se trata de una postura de la vida sobre la forma de conocer que no acepta ningún postulado como cierto pero siempre cuestionable y en consecuencia perfectible.
Referencias
1. Castorina, José (1994) Problemas epistemológicos de las teorías del aprendizaje en su transferencia a la educación. México: Universidad Autónoma de México/Perfiles Educativos. Julio – Septiembre. Nro. 65.
2. Díaz B, Juan y Martins P. Adair (1982) Estrategias de enseñanza-aprendizaje. San José: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura.
3. Ertmer, Peggy y Newby, Timothy (1993) Conductismo, cognitivismo y constructivismo: una comparación de los aspectos críticos desde la perspectiva del diseño de instrucción. Performance Improvement. 6(4), 50-72. UPEL. Disponible: http://ares.unimet.edu.ve/programacion/psfase3/modII/biblio/CONDUCTISMO_%20COGNITIVISMO_%20CONSTRUCTIVISMO.pdf  Consulta 10/07/2009
4. Freire, Paulo (2008) El grito manso. Buenos Aires: Siglo veintiuno editores.
5. Hernández, Fernando (1995) Del constructivismo cognitivo al constructivismo crítico una lectura dialógica del constructivismo. ESTUDIOS. Revista en línea. Disponible en: http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras39-40/texto09/texto09.html.  Consulta 10/07/2009
6. Marqués, Pere (1999) Concepciones sobre el aprendizaje. UAB. Disponible: http://www.pangea.org/peremarques/aprendiz.htm.  Consulta 10/07/2009
7. Osorio, Ricardo (s.f.) La relación entre el aprendizaje y el desarrollo humano. Documento en Línea. Disponible en: http://www.vigotsky.org/articles/la_relacion_entre_el_aprendizaje_y_el_desarrollo_humano.asp. Consulta 10/07/2009
8. http://www.cca.org.mx/profesores/cursos/cep21-tec/modulo_1/main0_35.htm

Tipos de aprendizaje e implicaciones Oliver Reina.doc

Las concepciones del aprendizaje, los tipos de aprendizaje y sus implicaciones en la práctica educativa

El aprendizaje puede ser visto de múltiples maneras. Desde los procesos mecánicos y cerrados de aprendizaje hasta su comprensión como un fenómeno de las complejidades, existe un amplio espectro de teorías y concepciones, cada una con objetivos precisos y con una determinada concepción del mundo. Igualmente, las metodologías, herramientas y prácticas de la docencia y más allá, de los procesos de aprendizaje, implican formas de implementar la docencia.

En atención a la apertura de una discusión respecto a los alcances y limitaciones de los distintos tipos procesos educativos, enumeraremos algunos de los principales modelos, realizando posteriormente un ejercicio ensayístico respecto a dichas formas y concepciones.

Una búsqueda rápida sobre el tema permite identificar al menos los siguientes tipos de aprendizaje:

Por descubrimiento: caracterizado por la disposición de múltiples datos o conceptos que permiten al alumno asociarlos y construir conceptos e ideas (lo relaciono con la aprehensión del conocimiento)

Por observación: caracterizado por la repetición e imitación de actos o ideas por parte del estudiante frente al hecho congnoscible.

Por colaboración: caracterizado por la construcción colectiva de conocimiento, enfatizando en la amplitud comprensiva resultante de las especificidades culturales e interpretativos de cada quien.

Por memorización: caracterizado exclusivamente por la repetición de conceptos, sin necesidad de apropiarse de los mismos.

Aprendizaje significativo: se refiere a la construcción de conocimiento a partir de la relación trenzada entre los conocimientos preexistentes con los nuevos aprendizajes, creando una red de conceptos y conocimientos organizados y coherentes.

Consideraciones respecto a los tipos de aprendizaje

1. El tipo de aprendizaje por descubrimiento exige del estudiante y del docente una participación activa, del primero en cuanto a establecer permanentemente una relación entre los nuevos aprendizajes y los conocimientos preexistentes y del docente en cuanto a ofrecer los conocimientos de forma tal que a los estudiantes se les facilite el establecimiento de relaciones con conocimientos preexistes. En este tipo de conocimientos es fundamental la forma en la que el docente considere la acción educativa, puesto que debe servir de canal para que los conocimientos sean comprendidos por los estudiantes, facilitando ello a partir de la aplicación de estrategias óptimas para facilitar el proceso de comprensión, planificando e implementando estrategias para que los estudiantes mantengan la atención y el interés en los contenidos desarrollados, coadyuvando a su curiosidad y al establecimiento de relaciones entre los conocimientos nuevos y previos. En este tipo de conocimiento, el estudiante es considerado como un sujeto activo, se propicia la participación y se busca que a partir de ejemplos extraídos de la experiencia y práctica de cada uno de ellos, se fortalezcan las ideas y conceptos, así como sus relaciones con ellos y la posibilidad para su aplicación praxística.

2. En el tipo de aprendizaje por observación, los sujetos de conocimiento mantienen una actitud que sin llegar a la pasividad, deja en planos fácilmente distinguibles a los estudiantes frente a los docentes. Y es que la repetición de un acto para el aprendizaje por un proceso de imitación coloca en posición de desventaja al estudiante, manteniendo una posición escópica, distante, frente al objeto de conocimiento. En esta modalidad de aprendizaje, el docente tiene la gran responsabilidad de no dejar que el proceso de formación de conocimiento se vuelva un evento mecánico, sino que debe procurar que el estudiante encuentre las conexiones o lazos vinculantes entre la actividad o práctica observada y los conocimientos con los cuales ello se relaciona. Sólo de dicha relación puede desprenderse la pertinencia y el verdadero alcance del conocimiento adquirido. Es también responsabilidad del estudiante no conformarse con un aprendizaje mecánico, más parecido a la memorización que a un acto legítimamente de construcción de conocimiento, requiriéndose para ello elevar los niveles de conciencia de los estudiantes para identificar las potenciales debilidades y tomar los correctivos necesarios.
3. El aprendizaje por colaboración tiene una íntima correlación con el modelo dialógico de construcción de conocimiento. Esta modalidad para ser tal debe cumplir con una serie de principios fundamentales entre los que destacamos la horizontalidad en las relaciones tanto entre los estudiantes como entre el docente y los estudiantes, la primera para permitir compartir ideas y conceptos que permitan la aprehensión colectiva de los conceptos y aprendizajes y la segunda para permitir que docentes y alumnos puedan participar dialógica y activamente en la construcción de conocimiento, admitiendo que ambos pueden adquirir experiencias y conocimientos del proceso cognoscitivo. La relación entre docente y estudiante en esta modalidad de aprendizaje ha de ser sin duda fluida y cercana, de empatía e identificación con los conocimientos construidos y donde los conocimientos son instrumentos para la comprensión y transformación de las realidades, demostrando no sólo que a través de los conceptos por este procedimiento adquirido sino, más allá, que la colaboración entre los sujetos involucrados permite alcanzar metas comunes. Este tipo de aprendizaje además permite que los conocimientos sean reelaborados y alimentados por las distintas visiones que aportan cada uno de los sujetos participantes, propias además de las realidades, perspectivas y visiones de cada uno, involucrados activamente en la construcción, reconstrucción y reconstrucción de los conceptos y los conocimientos que con ellos se edifican.
4. El tipo de aprendizaje por memorización puede incluso distar de lo que efectivamente pueda interpretarse como un verdadero proceso de aprendizaje. Por sus propia dinámica, el estudiante se mantiene en todo momento distante y acrítico respecto a los que se pretende “conocer”, ocupando un papel estrictamente pasivo y por tanto, alejado de los conceptos y de la comprensión sobre su funcionamiento. Aunque no siempre niega la utilidad práctica de los mismos (uno de los ejemplos clásicos de esté tipo de aprendizaje es la memorización de las tablas de multiplicar), si marca una distancia respecto a la manera en que dichos conocimientos memorizados llegaron a ser comprendidos y asimilados en otras situaciones que se alejen de espacios concretos aprendidos. Así, se tornan esquemáticos y cerrados, impidiendo que se interrelacionen con otros aspectos de la realidad y dificultando la trascendencia de lo memorizado como aprendizaje verdadero y útil para situaciones más abstractas y para la creación y el despliegue de la creatividad.
5. En el aprendizaje significativo también se requiere que los estudiantes tengan un papel particularmente activo y que a través de la puesta en práctica de la creatividad, éstos utilicen conocimientos preexistentes para construir nuevos conocimientos o nuevas aplicaciones de las ideas y reflexiones. La permanente participación de estudiantes y profesores y su responsabilidad en la construcción colectiva y trascendente de conocimiento es muy importante para este tipo de aprendizaje, el cual al requerir de una fluida relación entre éstos, guarda estrecha semejanza con el tipo de aprendizaje por colaboración.

Concepción respecto a los proceso de aprendizaje

Considero que el aprendizaje es un proceso sincrónico con las experiencias de vida, por tanto, en permanente elaboración y reelaboración e inacabado. En consecuencia, los conocimientos son dinámicos, cambiables con el tiempo y las experiencias.

Desde este punto de partida, concibo el aprendizaje como un proceso vivo y vivencial. Vivo por su facultad de transformación, de crecer y evolucionar y vivencial por estar relacionado con los procesos vitales de los sujetos. Precisamente en este aspecto quiero ahondar en la presente reflexión.

En nuestra condición de sujetos sociales, la relación con otros en distintos espacios y para distintos objetivos permite la generación de experiencias, compuesto cada uno por múltiples estímulos e imbuido en un entramado complejo de situaciones y correlaciones, en cuanto sujetos particulares y en cuanto integrantes de instituciones. Como se observa, la complejidad sigue en aumento.

A los factores expuestos se suma una idea fundamental: los estímulos propensos de permitir construcción de aprendizaje son aprendidos y aprehendidos por sujetos sociales, que confieren distintos niveles de importancia y trascendencia a los mismos, actuando en esta importancia concedida elementos subjetivos. Inclusive aquellos datos de la realidad que se presentan objetivos y rígidos, sólo pueden llegar a ser conocimientos en una acción de aprendizaje que está irremediablemente imbricada a la interpretación y significado que otorgue el sujeto cognoscente.

Finalmente, considero que el aprendizaje ha de tener un sentido de trascendencia para los sujetos que en él participan, entendido como aquél que persigue incidir activamente en la realidad particular o social, estando vinculado en consecuencia con el sentido de la praxis.

Referencias consultadas
http://carmenps2.wordpress.com/ (consultado el 09/07/09)
http://www.pedagogia.es/ (consultado el 09/07/09)
http://es.wikipedia.org/ (consultado el 09/07/09)

El aprendizaje y la pertinencia del saber Por Heberto Hernández

¿Es el aprendizaje un acto placentero? o simplemente se concreta en la apropiación de saberes, competencias o conductas que inciden en una realidad particular. La interrogante inicial plantea una revisión de algunas ideas que han marcado el desarrollo de diversas teorías que expliquen este proceso que preocupa a los estudiosos en tanto proporciona claves para el desarrollo social. En este trabajo se propone una revisión teórica breve de los postulados más importantes, además de contrastar con una visión personal del aprendizaje como experiencia de crecimiento personal, desarrollo profesional y un evento satisfactorio en la vida humana.

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En las diversas concepciones del aprendizaje prevalecen los postulados de la psicología, que lo consideran como una adquisición por la práctica de una conducta duradera. Asimismo, hay otras definiciones que consideran aspectos biológicos: “el aprendizaje sería el resultado de modificaciones sinóptico producidas en estructuras neurales clave[1]”, así como otra terminología que la asocia efectivamente con el cambio de la conducta: “Cualquier cambio relativamente permanente en la conducta, como consecuencia de una experiencia o práctica[2]”. Luego de esta revisión, se puede deducir que el aprendizaje conforma una experiencia fundamental y vital en el desarrollo del ser humano.

La experiencia del aprendizaje ha experimentado una evolución que ha marcado, como se expuso anteriormente, la existencia de diversas corrientes que expliquen y conformen un basamento teórico que las sustente. A grandes rasgos pueden dividirse en aquellas ideas asociadas a los procesos de asociacionismo o conductismo, otras relacionadas con la cognición o conductivismo y las teorías cognitivas que abracan una gran variedad en su diversidad.

Los ensayos del conductismo y el conductivismo.

Sobre el conductismo, pueden señalarse teóricos como Pavlov y Skinner, quienes a través de diversos experimentos conformaron un marco conceptual que permitió el avance de la psicología en el plano de la práctica y cuya influencia en la educación y, por ende, en el aprendizaje, ha sido fundamental.

“En nuestra opinión, el núcleo central del conductismo está constituido por su concepción asociasionista del conocimiento y del aprendizaje. Situado en la tradición del asociacionismo que nace en Aristóteles, el conductismo comparte la teoría del conocimiento del empirismo inglés, cuyo exponente más lúcido es la obra de Hume (1739/1740) A Treatrise of human nature. Según Hume el conocimiento humano está constituido exclusivamente de impresiones e ideas. Las impresiones serían los datos primitivos recibidos a través de los sentidos, mientras que las ideas serían copias que recoge la mente de esas mismas impresiones, que perdurarían una vez desvanecidas éstas. Por tanto el origen del conocimiento son las sensaciones, hasta el punto de que ninguna idea podría contener información que no hubiese sido recogida previamente por los sentidos. Pero las ideas no tienen valor en sí mismas. El conocimiento se alcanza mediante la asociación de ideas según los principios de semejanza, contigüidad espacial y temporal y causalidad. Estos son los principios básicos del pensamiento y el aprendizaje en el empirismo humano” (Pozo. 1992: 25)

Pozo expone en el extracto anterior, los postulados fundamentales de esta corriente que determina el aprendizaje como producto de una experiencia que se deriva a través de la comparación con ideas existentes. Ésta refleja un aspecto instrumental de la experiencia educativa. El objeto del aprendizaje es un sujeto que para llegar a la situación ideal de adquisición de conocimientos debe repetir ciertas conductas o procesos. Un marco teórico que sustenta una visión de la educación como una mecánica suma de conceptos.

Por otra parte, las ideas de la psicología conductivista se basan en los procesos internos de la mente para la percepción de las ideas, el funcionamiento de la misma y el valor de las representaciones que el sujeto asigna a los datos que recibe. En esta corriente teórica, la linealidad del proceso y la eficacia en el seguimiento de cada uno de los pasos, conforma una premisa necesaria para que se genere la adquisición del saber.

Pozo argumenta que “el supuesto fundamental del procesamiento de la información, tal como lo conoceremos, es la llamada descomposición recursiva de los procesos cognitivos, por la que ‘cualquier hecho informativo unitario puede describirse de modo más completo en un nivel más específico (o inferior) descomponiéndolo en sus hechos informativos más simples (Palmer y Quinchi, 1986, pág. 47). En otras palabras, cualquier proceso o ejecución cognitiva puede ser comprendido reduciéndolo a las unidades mínimas de que está compuesto. Estas unidades más pequeñas, que tienen una naturaleza discreta en lugar de continua se unen entre sí hasta constituir un programa. Las reglas mediante las que se unen tienen también propiedades significativas: las distintas partes (o subprocesos) en qué puede descomponerse un programa (o proceso) consumen tiempo de un modo serial y aditivo” (1992: 45).

La llegada del estructuralismo

Otra postura teórica más racionalista surgió en Europa paralelamente en la segunda postguerra del siglo pasado. El aprendizaje resulta de una interacción entre las estructuras de conocimiento que generan un roce con otros conceptos… ideas preexistentes y “moldes mentales” que inciden en la adquisición o aprendizaje.

“Al admitir que los conceptos no son simples listas de rasgos acumuladas, sino que forman parte de teorías y estructuras más amplias, el aprendizaje de conceptos sería ante todo, el proceso por el que cambian esas estructuras. Por tanto el proceso fundamental del aprendizaje sería la reestructuración de las teorías de la que forman parte los conceptos. Dado que las teorías o estructuras del conocimiento pueden diferir entre si en su organización interna, la reestructuración es un proceso de cambio cualitativo y no meramente cuantitativo” (1992: 167).

Una de las variantes de las corrientes cognitivas, corresponde a los estudios de Köhler y Wertheimer como representantes de la teoría de la Gestalt. En esta tradición racionalista alemana el aprendizaje resulta del análisis del significado y la globalidad. A diferencia de los postulados del conductismo sobre la acumulación de conocimientos de forma enciclopédica, la Gestalt introduce al campo de las teorías del aprendizaje el fenómeno de la comprensión de las ideas, en contraposición con la confianza que el conductismo adjudicaba a la memoria y la comparación de ideas originadas en la sensación.

Inscrito también en los esquemas del estructuralismo se encuentra la obra de Piaget, quién definió una teoría del aprendizaje como una visión constructivista. Ésta se determina por el equilibrio en la los procesos de asimillación y acomodación, que no son más que el conocimiento sobre el mundo y cómo este cambia. Es decir, no sólo el acto de conocer sino también el cambio en sí del conocimiento. Una explicación más detallada sobre estas categorías se verifica por medio del experimento con estímulos ambiguos tal como cita Pozo en referencia a la mancha de tinta sobre el papel y su identificación como murciélago o mariposa (1992: 179). Las personas portan significados que le asignan a las cosas requiriendo una síntesis que equilibra.

Para finalizar esta revisión teórica, conviene mencionar además los aportes de Vigotsky, para quien el análisis por unidades que conservan los rasgos de la totalidad. El análisis propuesto por este teórico desestima el razonamiento elemental, pues la idea de totalidad es una categoría orgánica que posibilita la interacción. Esa dinámica es la que genera el aprendizaje por el cambio o movimiento en las estructuras que conforman el conocimiento del mundo.

La luz del aprendizaje: la pertinencia.

La revisión teórica permite entender algunas concepciones predominantes en la educación y cómo cada una de ellas ha determinado el desarrollo social de acuerdo al modelo que adopta cada postura teórica a lo largo de la historia. No puede desdeñarse la esquemática memorización de la escuela tradicional, así como tampoco se puede despachar alegremente los aportes de las tendencias racionales y que tratan de trascender al ser humano más allá de su estructura biológica.

La incidencia de cada una de estas teorías en la práctica educativa se debe evaluar en la manera de aproximarse al aprendizaje con el conocimiento pleno de los sujetos que participarán en la experiencia (educador y educandos), así como no olvidar el significado de los contextos sociales y otras determinantes que inciden en la adquisición de los saberes.

Una determinante particular consiste, a mi parecer, en el descubrimiento de la utilidad del conocimiento para la vida, en motivar a los participantes de la situación de enseñanza-aprendizaje a plantearse problemas en el contexto de la cotidianidad y para que esas herramientas puedan ser aplicadas en la vida diaria con solidaridad y utilidad.

Con este enfoque, no sólo el aprendizaje por si mismo enriquece, sino en la facultad que estos motivan un cambio en la vida; una transformación. Entendiendo estos aspectos, entonces, el aprendizaje resulta en una aventura. En una vivencia humana vital.

Fuentes:

Sobre el aprendizaje:
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=aprendizaje
http://psychobiology.ouvaton.org/glossaire.es/es-txt-p06.20-01-glossaire.htm
http://eugeniousbi.tripod.com/glosario.html

FRABONNI, Franco (1998). El libro de la pedagogía y la didáctica: 1.- La Educación. Editorial Popular. Madrid.

POZO, Juan Ignacio (1992). Teorías cognitivas del aprendizaje. Ediciones Morata, Madrid.

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[1] Disponible en: http://psychobiology.ouvaton.org/glossaire.es/es-txt-p06.20-01-glossaire.htm


[2] Disponible en: http://eugeniousbi.tripod.com/glosario.